“El mundo de la peluquería es fantástico”, expresó Natalia, participante de Yo Voy

El viernes pasado, el programa Yo Voy, de peluqueros, dio a conocer la historia de vida de Natalia Soledad Vera Ocampos, participante oriunda de Mariano Roque Alonso. 

La estilista de 36 años contó que está casada y tiene cuatro hijos, de los cuales tres son varones y una nena. “Es difícil ser mamá, ama de casa, cocinera, lavandera; es difícil ser transportista porque me encargo de llevarles a mis hijos a la escuela”, expresó Natalia, quien además de ocuparse de sus hijos, atiende a sus clientas.

“Gracias a Dios tengo el apoyo de toda mi congregación, ya que soy creyente, voy a una iglesia evangélica. Ser creyente va más allá de tu vida profesional. Mi esposo es católico, tiene sus santos a quienes les prende vela y yo le apoyo en todo momento”, añadió.

Por otra parte, señaló que su mayor sueño era que su madre viera hasta donde llegó, pero falleció durante la pandemia. “El mayor de mis sueños fue que mi mamá me viera, pero ya no está. Por ella decidí presentarme al casting, porque fue la primera persona que más amaba y que llevó el covid, fue la primera porque perdí cuatro familiares durante la pandemia y fue muy difícil”, recordó entre lágrimas.

“Mi mamá entró a terapia luego de tres días de haberse internado y unos días después su foto salió en el diario, boca para abajo y esa fue la última foto que tuvimos de ella”, añadió Soledad.

Sobre cómo comenzó su pasión por la peluquería, manifestó que fue cuando tenía 15 años y recordó que en el día de su cumpleaños su padre la sorprendió con un gran obsequio. “Me llevó a la casa de su amigo y me mostró un espejo con una silla y lavadero para peluquería, esto fue el primer regalo que recibí de mi papá, que cargó en su espalda y llevó hasta mi casa”, rememoró.

“A los 16 años empecé a trabajar en mi casa haciéndole peinaditos a mis vecinitas, desde esa vez no sé hacer otra cosa más que peinar, hacer color y jugar, porque el mundo de la peluquería es fantástico, es un sueño”, indicó.

Soledad también aprovechó el espacio para agradecer a su padre, quien siempre la ayudó a crecer. “Papá, te doy las gracias porque siempre me apoyaste en este sueño, siempre me impulsaste y estoy acá papá, haciendo lo que vos me dijiste».

«Gracias por esa primera silla y el espejo, que todavía tengo en mi peluquería. Gracias a tu apoyo estoy en este reality cumpliendo mi sueño”, afirmó Soledad, quien sostuvo que, aunque tenga la peluquería más grande, ese obsequio de su padre seguirá en un rincón.

Finalmente, manifestó que espera que sus hijos se sientan orgullosos de su mami. «Estoy con todas las energías para seguir adelante y crecer en esta profesión. Lo más importante es que ellos se sientan orgullosos», concluyó.

 

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