El nivel de violencia en Ecuador escaló hasta llegar al límite: el atentado de este fin de semana dejó cinco muertos y dos heridos, aún en estado crítico.
El ataque se llevó a cabo con explosivos, de madrugada y en un barrio del suburbio guayaquileño. Hasta ahora, la versión oficial habla de peleas de territorio entre bandas del crimen organizado.
El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, amplió el lunes la vigencia del estado de excepción a la ciudad de Durán tras el atentado. Desde el domingo está vigente el estado de excepción por 30 días en dicha ciudad. En uno de sus populosos barrios, Cristo del Consuelo, estalló el fardo con explosivos químicos que dejó también 17 heridos, dos en estado crítico, y al menos ocho viviendas y vehículos destruidos.
El atentado podría ser una represalia contra el Estado de Ecuador por las incautaciones de 250 kilos de cocaína en un operativo a las afueras de Guayaquil durante la semana pasada. La otra teoría de la investigación es que fue un ataque dirigido a un residente del barrio de El Cristo del Consuelo, una zona de escasos recursos desatendida desde siempre, conocida como Cucaracha.
Pese a que el Gobierno ofreció una recompensa de 10.000 dólares por dar información sobre el atentado, nadie se ha acercado a denunciar debido al temor que han extendido estas bandas criminales.
El gran foco de la violencia en Ecuador está concentrado en Guayaquil, que es a su vez la ciudad por cuyos puertos sale más droga de todo el país. La ONU ha puesto en su último informe “el Reporte Mundial de Drogas de 2022” a Ecuador en el tercer lugar con más incautaciones y considera al país como un punto clave de la ruta de distribución ilegal.
El puerto de Guayaquil, de hecho, es el tercer punto de salida de droga, camuflada en contenedores de mercancías contaminadas, con destino hacia Estados Unidos y Europa.
Fuente: El País.