Cristino Torres: “Esta profesión me dio todo lo que no tuve en mi infancia y juventud”

Cristino Torres, participante del reality show “Yo Voy” recordó los momentos difíciles que atravesó para cumplir su sueño como peluquero y el sueño que no pudo cumplirle a su madre. “A los 11 años estudiaba peluquería de noche”, contó.

El pasado viernes, el participante Cristino Torres contó su historia de vida en Yo Voy y recordó cómo inició en el mundo de la peluquería, las adversidades que vivió desde muy joven y lo que significa este reality show para su carrera.

El peluquero, oriundo de la ciudad de Limpio, contó que está casado con Mónica Lalinde, con quien tuvo tres bellos hijos: Dilan, Isaias y Samara. “Nací en la ciudad de Limpio, vivo en el barrio Salado y siempre fui muy guapo”.

“Como era tan guapo, un día un vecino le dijo a mi papá que me quería como secretario y mi papá le dijo que aún yo estaba en la escuela y él le comentó que me iba a ayudar con eso”, comentó.

“Es así que prácticamente me crié en otro lado y a los 11 años estudiaba peluquería de noche en Asunción. Solamente llevaba G. 3.000 para mi pasaje. Como toda criatura, siempre opté por comer la empanada y tomar la gaseosa y venir caminando. Durante dos años pasé mucho sacrificio por la calle, pero me recibí gracias a Dios y me siento orgulloso”, recordó Cristino.

Asimismo, comentó que se siente feliz de haber elegido este camino y aseguró que “esta profesión me dio todo lo que no pude tener en mi infancia y juventud, pero lo que más siento es que cuando ya fui profesional para ayudar a mis padres, ellos partieron”.

“Mi mamá siempre me dijo que quería verme en un auto y me dijo que algún día iba a tener, pero ya estaba en la cama, muy enferma. Yo le prometí que iba a comprar y nos íbamos a pasear juntos, pero no llegué a tener y se fue. Ahora que lo tengo todo, ella se murió y no le pude llevar en el auto”, dijo entre lágrimas.

“Cuando me fui a comprar para mi primer vehículo me acordé de mi mamá y lloré; ahora tengo auto, motocicleta, bicicleta y una hermosa casa, pero uno nunca está completo. Para estar completo necesito que mis padres estén presentes”, añadió.

Finalmente, sostuvo que esta profesión le dio la oportunidad de conocer varios rincones del mundo. “Recorrí toda Sudamérica gracias a esta profesión maravillosa. Competí representando a nuestro país y salí campeón mundial en Mendoza, en peinados fiestas. Luego se me abrieron muchas puertas”, sentenció.

 

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