Cada vez las luces de las pantallas son más intensas, pero especialmente las de los celulares, dispositivos que nos acompañan todo el día ya sea por trabajo, ocio y costumbre.
El optómetra, Augusto Melo de la División de Salud Estudiantil de la Dirección de Bienestar Universitario de la Universidad Nacional de Colombia, dijo que la luz visible que se percibe está formada por bandas o rayos de diferentes colores. Este valor se mide en longitud de onda, es decir, la longitud de onda más corta es la longitud de onda que contiene la mayor cantidad de energía.
Explicó que “el ojo humano solo es capaz de distinguir radiaciones entre 400 y 700 nanómetros (nm), por debajo de los 400 nm entramos en la franja de las radiaciones ultravioletas, y por encima de los 700 nm en la región del infrarrojo. Una mezcla proporcionada de todas las longitudes de onda entre 400 y 500 nm constituye la luz blanca”.
La luz azul de onda corta de alta energía entre 415 y 455 nm es la más dañina. El optómetra Melo manifestó “la absorción del cristalino da lugar a su opacificación (catarata) y la penetración directa del cristalino hacia la retina provoca un daño retinal fotoquímico irreversible, además de fatiga visual y miopía”.
También señaló que las molestias oculares relacionadas con la luz azul se están convirtiendo en una preocupación cada vez más frecuente y recordó que los problemas de visión, pueden afectar el rendimiento escolar y laboral.
La extensión del daño está relacionada con varios factores, como:
– La intensidad de la luz azul que recibe el ojo.
– La distancia de la iluminación.
– La dirección de la línea de visión.
– Y el espectro de la fuente de luz.
Recomendaciones para cuidar los ojos
– Activar los filtros del dispositivo para minimizar las emisiones de luz azul.
– Aplicar filtros protectores a los lentes correctivos para minimizar la exposición a la luz azul y optimizar la calidad de la visión.
– Mantener una distancia de trabajo para proporcionar suficiente espacio para ver el contenido de la pantalla de manera adecuada.
– Equilibrar la luz ambiental natural y artificial.
– Usar lubricantes oculares para mantener saludable la superficie del ojo.
– Tomar descansos: dejar el dispositivo, caminar y mirar un punto distante que ayuda a reducir el estrés visual, físico y mental.
FUENTE: Infobae