A pesar de que la pandemia del covid-19 aún no terminó, los estados de Texas y Mississippi flexibilizan las medidas contra el coronavirus y reabren la actividad comercial en su totalidad.
Además, sus respectivos gobernadores decretaron el fin del mandato de las mascarillas, pese a las advertencias de salud sobre esta decisión.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, expresó que “demasiados texanos han sufrido marginación en sus oportunidades laborales; demasiados propietarios de pequeñas empresas han tenido dificultades para pagar sus facturas. Esto debe acabar”.
Con esta medida, Texas se convirtió en el mayor estado de Estados Unidos en poner fin a una orden destinada a prevenir contagios de coronavirus. Además, Abbott indicó que se eliminará el límite del número de comensales dentro de los negocios.
Por su parte, el mandatario de Mississippi, Tate Reeves, también se adhirió a las medidas de Texas. “El número de personas ingresadas en los hospitales y el de nuevos casos se han desplomado rápidamente y la vacunación avanza rápidamente. ¡Es hora!”, expresó a través de un tuit.
Además, manifestó en rueda de prensa que “esta, que espero que sea mi última orden ejecutiva sobre este tema, levanta la obligatoriedad del uso de máscaras faciales y habilita que los comercios funcionen en toda su capacidad”.
Fuente: Infobae, El País
