En Barcelona, España, nadie se queda sin bañarse en la playa este verano gracias a los programas de baños adaptados para las personas con algún tipo de discapacidad. Niños y adultos disfrutan de las olas como cualquier bañista.
A través del servicio especial del ayuntamiento de Barcelona, miles de discapacitados son felices al darse un chapuzón. La asistencia incluye sillas anfibias, vestuarios especialmente diseñados con una grúa elevadora y nueve socorristas.
“Puedo jugar y nadar y también tienen cosas para que las personas también puedan nadar, me han dado un chaleco, un flotador con un tubo… y aquí siempre vienen personas que no puede caminar”, manifestó Max, un niño de siete años con parálisis cerebral.
Debido a las restricciones por la pandemia, los bañistas deben reservar con antelación para utilizar el servicio.
“Nos ayuda porque si no, yo sola no podría bajar a bañarme o aunque si pudiese, sería muy incómodo”, dijo Nati Gines, de 58 años, que utiliza una prótesis de pierna completa en tierra.
Para el equipo de socorristas, ayudar a la gente a gozar de la playa, es gratificante. “Es muy satisfactorio verles la cara de felicidad cuando ingresamos al mar”, afirmó Gisela Ocampos, de 36 años, coordinadora del equipo.
Fuente: Infobae-Reuters