El primer hallazgo fue de 169 ejemplares fallecidos, y se produjo en el delta del Okavango a principios de mayo, según informó el director de National Park Rescue, una organización benéfica del Reino Unidos, a la BBC.
“Un mes después, las investigaciones revelaron muchos más cadáveres, elevando el número total a más de 350”, agregó para describir la situación como un desastre conservacionista.
McCann descartó que el causante de las muertes sea el ántrax o la caza furtiva, y subrayó que probablemente los elefantes han muerto por envenenamiento o por una enfermedad, por la forma en la que caen al morir.
Además, fueron vistos elefantes que se encuentran caminando en círculos, y eso apuntaría, según el experto, a que algo está atacando sus sistemas neurológicos.
Los funcionarios enviaron muestras de los elefantes a un laboratorio para averiguar qué provoca la masiva muerte y esperan los resultados en las próximas dos semanas.
Fuente: Daily Mail UK