En los antiguos casamientos, a los recién casados se les hacía un regalo. Con el correr de los años, aparecieron las listas, donde los novios expresaban qué objetos necesitaban para su hogar.
En la actualidad, algunas parejas estilan que, en lugar de regalo, los invitados contribuyan económicamente para pagar algunos gastos como alquiler de salón, buffet, fotógrafo y, por supuesto, la torta.
Una pareja de Reino Unido superó todos los límites de la avaricia y puso precio a cada porción de torta. Los invitados debían pagar cinco dólares por cada trozo de pastel.
Un hombre, que había concurrido a la fiesta de casamiento, comió dos porciones de torta y recibió un mensaje de Whatsapp de los novios horas después del evento.
“Escuchá, estábamos mirando las cámaras de seguridad y vimos que comiste dos pedazos del pastel de bodas. Avisamos que cada invitado debía pagar por porción y nos dimos cuenta de que vos pagaste por una y comiste dos. Envíanos lo antes posible las 3.66 libras”, expresaba el mensaje.
El invitado manifestó que creyó que el costo de la porción era algo simbólico, pero nunca imaginó que al comer una segunda porción debía pagar otra vez.
El hombre no aclaró si pagó esta segunda porción intimado por la pareja, pero su “denuncia” motivó que la red se inundara de comentarios contra los recién casados.
“Si no podés permitirte comprar un pastel para ofrecer a tus invitados, es mejor que no comprés un pastel”, respondió un usuario.
Otro comentario decía: “Que triste debe haber sido la primer noche de matrimonio si en cambio de estar haciendo el amor están revisando las cámaras de seguridad para ver que familiar o amigo comió dos porciones de torta y sacarle otras 3,66 libras”.
Fuente: Clarín
