Cubierta en una niebla mayor por contaminación y azotada por una tormenta de arena: así amaneció este lunes la ciudad de Beijing, capital de China.
La situación, considerada como la peor tormenta de arena en una década, obligó a cancelar alrededor de 400 vuelos.
El paisaje en la ciudad se volvió apocalíptico. Los rascacielos del centro de Beijing parecían haber desaparecido.
Según los expertos, ese tipo de tormenta es habitual en primavera, cuando la arena de los desiertos occidentales es arrastrada por el viento hacia el este, y afecta a lugares tan lejanos como el norte de Japón.
A raíz de ello, fue emitida una alerta amarilla y el Centro Nacional de Meteorología informó que la arena y el polvo afectarían a 12 provincias.
Las autoridades sanitarias solicitaron a los adultos mayores, niños y personas con problemas respiratorios quedarse en sus hogares durante la jornada ya que la calidad de aire era peligrosa.
Fuente: Infobae