“Mis primeras palabras al pueblo boliviano desde la cárcel de la dictadura”, así inicia la carta que escribió la exmandataria interina de Bolivia, Jeanine Áñez, quien actualmente guarda prisión en el Centro de Orientación Femenina de Miraflores.
Áñez, en reiteradas ocasiones, sostiene en su escrito que “no hubo golpe. Fue un fraude”, con relación a lo ocurrido en la crisis del 2019, que derivó a la renuncia de Evo Morales a la Presidencia de Bolivia.
“Hoy la dictadura me imputa por delitos que no he cometido. Jamás fui terrorista. Asumí la Presidencia por sucesión constitucional para pacificar Bolivia. No hubo golpe, hubo fraude”, denuncia Áñez sobre el proceso en su contra que sostiene, al igual que la mayoría de los sectores opositores, es una “persecución política”, aclaró.
Asimismo, contó que sufrió “abusos” desde el momento en de su detención en su ciudad natal Trinidad.
Áñez también denunció la falta de asistencia médica dentro de la cárcel. “Ya se llevaron mi libertad, ahora quieren llevarse mi salud”, afirmó y señaló que no han permitido que la vean médicos independientes al Gobierno.
Igualmente, la expresidenta interina indicó si algo “mayor” pasa con su salud responsabiliza directamente a “Luis Arce, (ministro de Gobierno) Eduardo del Castillo, (comandante de la Policía) Jhonny Aguilera, (ministro de Justicia) Iván Lima y autoridades del régimen penitenciario”
“Yo soy una más, estoy serena, aquí estoy y aquí estaré hasta que el cuerpo me aguante”. puntualizó.
“Soy madre soltera y si llegan a matarme por uno u otro medio, solo quiero pedir al pueblo boliviano por la seguridad de mis hijos y mi familia y que los bolivianos no se rindan jamás frente a la dictadura y la persecución política”, concluyó.
