Jorge Mendoza habló de sus inicios y su vida en #MásqueDeportes con Ondina Cantero

El jugador nació en Quilmes, Argentina, pero cuenta con nacionalidad paraguaya, pues a los 15 años llegó a vivir a Paraguay y se dedicó al fútbol desde ese momento, iniciando en el Club Atlético Peñarol de la ciudad de J. Augusto Saldívar, y contó que antes de eso, viviendo en Buenos Aires, jugaba de delantero en el fútbol de salón, pero nunca pensó que llegaría a donde está ahora.

Jugador Jorge Mendoza en la cancha, con el equipo de Guaireña, esperando a patear la pelota.
Foto: @JorgeMendoza017

“Empecé de delantero, porque me gustaba correr y me gustaba tener la pelota, pero yo en Buenos Aires solo jugaba fútbol de salón, no jugué en cancha, nunca tuve escuela de fútbol, mi físico no me ayudaba, era flaquito, y por otras cosas de la vida vine acá. No fue para jugar al fútbol sino por salir de algunas cosas en las que estaba metido allá”.

Mendoza contó que vivió duros momentos relacionados a las drogas cuando era un adolescente en la Argentina, pues vivía solo con su madre, quien debía salir a trabajar, mientras que él quedaba solo en la casa, lo que lo llevó a juntarse con grupos que lo introdujeron a ese mundo, “pero gracias a Dios pude darme cuenta a tiempo”.

El atleta aprovechó para comentar que el pilar en su vida es su madre, e indicó que todo lo que logró lo hizo por querer entregar lo mejor a ella, quien lo acompaño en todo momento y lograron salir adelante.

“Gracias a Dios y a la ayuda de mi mamá, que por eso siempre tengo presente a mi madre, fue la persona que me ayudó en todo momento y con quien pasé los peores momentos de mi vida, pudimos salir adelante, y en base a querer darle lo mejor a ella fue que yo vine acá y luché, la remé”.

Mendoza estuvo dos años en las inferiores del Club Guaraní, mencionó que en ese entonces no entraba mucho a la cancha, e incluso llegó a sentir que el fútbol no era para él, pero eso no lo detuvo. Vivió increíbles experiencias donde tuvo que superar varias adversidades para poder ir a entrenar.

“Me quede sin colectivo, varias veces tuve que caminar desde Calle Última hasta J. Augusto Saldívar de madrugada. Llovía, y yo me iba a entrenar igual, por más que no jugaba, pero siempre en mi mente estaba darle lo mejor a mi madre, y tengo hermanos menores, quienes en su momento dependían de mi, entonces, en base a eso me sacrifiqué, la remé, dejé el estudio y me dediqué al fútbol y bueno, gracias a Dios hoy estoy acá”.

Comentó, además, que hubo veces que pasó hambre, y veces que debió pedir prestados los botines para entrenar, también vivió un tiempo sin su madre, quien quedó en Buenos Aires para trabajar, lo que hizo extrañarla y tener momentos tristes.

Sin embargo, Mendoza destacó que todo lo que pasó en su vida lo ayudó a ser mejor persona, lo que era, y sigue siendo, el mayor de sus objetivos.

“Cosas que pasé en la vida que me sirvieron mucho para crecer como persona sobre todas las cosas. Yo no quiero que me digan ídolo por como juego al fútbol, yo quiero que me digan ídolo porque soy una buena persona, que tengan un buen concepto de mi, y que a mi hijo le digan el día de mañana, y a mi hija también, ‘tu papá fue una buena persona’, lo de ídolo ya es algo que en mi vida no cuenta, para mi cuenta ser una buena persona”.

Por otro lado, habló sobre su experiencia en Guaireña FC y sobre el reciente gol que anotó contra Guaraní, que no festejó por “respeto al club”, como él mismo declaró aquel día, y señaló que es un gran hincha del Aborigen.

Sobre el punto, Ondina le consultó si festejaría un gol contra Olimpia, pues el jugador había pasado también por el Decano y por Sol de América. Mendoza contó que cuando estuvo en Olimpia no llegó a jugar más de 10 minutos por una cláusula en el contrato de préstamo.

“A Olimpia tampoco le gritaría, ni a Sol, porque fueron clubes que en su momento me brindaron todo, como yo me brindé al máximo, y gracias a ellos en ese momento yo tuve para darle el pan de cada día a mi familia. Soy una persona muy agradecida en la vida y jamás haría eso, aunque muchas personas me dicen que un gol se grita y yo, a pesar de que no hago muchos goles, no lo gritaría”.

Finalmente, el jugador confesó que, en la actualidad, es el DJ del equipo de Guaireña FC, que se lleva muy bien con sus compañeros y, entre risas, dijo que la mayoría comparte el gusto musical por la cachaca y grupos como Mandingo y Bronco.

“Es una mezcla de todo, casi siempre arrancamos con Mandingo, Bronco, somos muy cachaqueros. A Rosalino Duarte no le voy a poner ‘Tusa’ porque me va a tirar el parlante, entonces pongo Mandingo y Bronco. De repente uno me grita Damas Gratis desde el fondo. Nada romántico. Si pongo eso en el colectivo cuando viajamos me van a sacar a patadas. Otros como Lito me piden mucho Lalo y los Descalzos porque si no, me tiran sus championes” finalizó riendo.

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