Cada 29 de junio recordamos la histórica hazaña de la querida Albirroja al clasificar por primera vez a cuartos de final en una Copa del Mundo. Ese inolvidable y agónico duelo de 120 minutos entre Paraguay y Japón en los octavos de final del Mundial de Sudáfrica 2010, quedará por siempre en nuestras memorias.
Todo un país se paralizó con aquel partido y en todos los rincones se palpitaba la posibilidad de cumplir un sueño largamente acariciado. El equipo del entonces DT Gerardo “Tata” Martino logró un empate en los 90 minutos reglamentarios y el cero tampoco se rompió en los 30 minutos adicionales del alargue.
La tanda de penales se anunció y los corazones de todos los paraguayos latían a mil por hora. Con muchísima categoría definieron los albirrojos Édgar Barreto, Lucas Barrios, Cristian Riveros y Nelson Haedo, quien debió chutar después del remate fallido de Komano, que pegó al palo, y quien dejó prácticamente servida la posibilidad de clasificar.
Cuando estábamos 4 a 3 arriba en la tanda, llegó el turno del goleador del Benfica, Óscar “Tacuara” Cardozo, quien con mucha tranquilidad y profesionalismo metió un zurdazo esquinado hacia la derecha que descolocó por completo al arquero asiático.
La algarabía no cabía en la tierra guaraní, la hinchada se fundió en abrazos, risas y cánticos, inundados con tanta felicidad y satisfacción por llegar tan lejos y dejar bien el alto el nombre de la querida selección guaraní. Sin dudas, una de las mejores épocas de nuestra Albirró.