Un niño de siete años se encuentra con muerte cerebral a consecuencia de la mordedura de una yarará, una serpiente muy venenosa, en su vivienda ubicada en la ciudad de Curuguaty, departamento de Canindeyú.
De acuerdo a lo manifestado por sus familiares, el hecho ocurrió el día sábado en horas de la madrugada, cuando el pequeño se encontraba durmiendo. Tras oír el llanto del menor, sus padres se dieron cuenta que había sido mordido en la mano por una serpiente.
Rápidamente, fue trasladado a bordo de una motocicleta hasta el Hospital de Curuguaty, desde donde fue derivado hasta el Instituto de Medicina Tropical de Asunción, que este miércoles reportó que el menor se encuentra con muerte cerebral.
Ante esta situación, los médicos plantearon a la familia la posibilidad de que su hijo se convierta en un donante, pero, hasta el momento, en medio de mucho dolor, sus padres no han analizado esta propuesta.
De acuerdo a los expertos en víboras, las yararás y los cascabeles tienen mordeduras muy venenosas y en nuestro país existen las dos especies, pero no son agresivas. No obstante, son muy tóxicas y pueden provocar la pérdida de movilidad y atrofias.