Cada año, son miles los fieles que peregrinan hasta la capital espiritual para pagar sus promesas y pedir nuevos favores y deseos a la Virgen de Caacupé. Por el contrario, este año, atendiendo a la pandemia y los contagios por Covid, las actividades religiosas en la villa serrana fueron suspendidas de manera presencial.
Una de las tradiciones que se vio afectada por la pandemia es la de la caravana de la Virgen Peregrina Ovetense que hace más de 45 años va con júbilo rumbo a la capital espiritual; sin embargo, este año, por primera vez en la historia, no llegará hasta Caacupé.
Ceferino López es uno de los encargados de transportar a la Virgen Peregrina con la caravana del Este del país desde el año 1980. Según su relato, los fieles salían desde la Rotonda del Cruce Internacional de Coronel Oviedo, luego de la recorrida que realizaba en la capital del departamento de Caaguazú.
El objetivo de la peregrinación ovetense es unir a las familias, las diversas comunidades y demostrar el amor y la creencia hacia la Madre de Dios. Lastimosamente, muchos peregrinos seguirán la transmisión de las liturgias a través de los canales de televisión, radio e internet.
Los feligreses deberán esperar hasta el próximo año para volver a reactivar la tradición y llegar hasta la Virgen de Caacupe ya que este año no pudo ser posible a causa de la pandemia. Las autoridades religiosas instan a las personas a quedarse en sus casas y pagar sus promesas de otra forma.