En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, conmemorado el 25 de noviembre, mujeres nativas de varios puntos del país se reunieron para debatir sobre la violencia a las que se enfrentan cada día.
El conversatorio se llevó a cabo bajo el lema “Abriendo caminos hacia una respuesta a la violencia contra las mujeres indígenas”, donde se compartieron experiencias sobre cómo les afecta esta problemática y presentaron estrategias y desafíos para abordarla desde la comunidad y las instituciones.
Al respecto, Tina Alvarenga, representante de la Articulación de Mujeres Indígenas del Paraguay (MIPY) señaló que, aunque no haya estudios desagregados de cómo afecta la violencia a las nativas, las situaciones de este tipo se sienten en carne propia.
“Son parte de la mentalidad todavía muy colonialista, el racismo y la discriminación que vivimos todos los días, como, por ejemplo, cuando nos rechazan en el sistema de salud”, señaló.
Por su parte, Alma López, otra de las participantes, destacó que este conversatorio permitió compartir “buenas prácticas de cómo las mujeres indígenas enfrentamos la violencia desde la sanación, como se hace en Guatemala, y la posibilidad de lograr alianzas estratégicas de sensibilización y capacitación para prevenir la violencia, además de una red de justicia desde las mujeres”.
En otra línea, Line Bareiro, abogada y especialista en Derechos Humanos, habló sobre los instrumentos legales con los que cuenta Paraguay para abordar la violencia hacia las mujeres indígenas, además del respaldo de la normativa internacional.
Bernarda Pesoa, del pueblo Qom y de la comunidad Santa Rosa, también compartió su experiencia: “Estamos a 47 kilómetros de Asunción y las autoridades no nos ven. Imaginen a las que están más lejos. Los líderes de la comunidad dicen que soy un peligro porque capacito a las mujeres en temas de violencia. En el INDI (Instituto Paraguayo del Indígena) también hay muchas trabas: el proceso de reconocimiento de liderazgo dura tres meses, pero mi trámite duró un año y medio”.
Autoridades se comprometen a colaborar
Celina Lezcano, ministra de la Mujer, mencionó que no se pueden establecer políticas públicas para las nativas sin escucharlas debidamente.
“Necesitamos construir respuestas específicas para problemas específicos, respuestas que, además, deben ser articuladas e involucrar a toda la sociedad. La violencia hacia las mujeres es un tema que tratar de forma transversal en todas las instituciones del Estado y de la sociedad en general, ya que el daño que produce impacta en el desarrollo del país”, puntualizó.
En otra línea, la jefa de cooperación adjunta de la Delegación de la Unión Europea en Paraguay, Diana García, manifestó que las generalidades no valen si queremos políticas públicas para todas las personas.
Con esta reunión, se dio inicio a un proceso de discusión y reflexión colectiva entre las mujeres indígenas y autoridades del Gobierno, que busca contribuir al diseño de elementos para el abordaje institucional de la violencia contra las mujeres nativas.