La Embajada de los Estados Unidos en Paraguay designó el viernes pasado como “significativamente corrupto” al vicepresidente Hugo Velázquez y a su amigo Juan Carlos “Charly” Duarte. Ambos son acusados de ofrecer soborno de US$ 1 millón a un funcionario para obstruir una investigación contra sus intereses.
Tras la designación, Velázquez anunciaba su inminente renuncia no solo a la precandidatura a la presidencia, sino también a su cargo como segundo del Ejecutivo. No obstante, esta dimisión nunca fue presentada ante el Congreso. Hoy, Velázquez anunció oficialmente en una conferencia de prensa que no renunciará, mientras aguarda que se presente alguna denuncia o investigación fiscal respecto al supuesto episodio de soborno.
“La embajada hizo referencia a mi persona y, por eso, estaba seguro de que había una investigación abierta. Pensé que se basaban (EE.UU) en una investigación abierta sobre un supuesto acto de soborno al que yo había incurrido a través de un tercero, aunque tenía la certeza de que esos hechos nunca ocurrieron. Cuando ayer a la noche me enteré de que el dictamen de la Fiscalía decía que se tenía que pedir elementos que ratificaran lo asumido por el embajador, asumí que el Ministerio Público no tiene una causa abierta sobre este tema”, relató el vicepresidente.
Debido a la inexistencia de la investigación penal, Velázquez habría reculado de la decisión de dimitir al cargo.
“Si yo renunciaba, el pueblo paraguayo iba a tener en su mente que el vicepresidente renunció porque algo hizo y no quiero dar ese mensaje en homenaje a mi dignidad y la de mi familia”, mencionó Velázquez.
Respecto a la posibilidad de dejar el cargo por un eventual juicio político, el vicepresidente sostuvo que no está afanado en el cargo, pero sí en “defender su nombre y el de su familia”.