El conocido lugar Tupãsy Ykua, de donde cada año miles de peregrinos, luego de acudir a la Basílica Menos, llevan un poco del agua del pozo de la Virgen, hoy se encuentra totalmente cerrado, una imagen muy triste para los fieles y comerciantes que no pudieron vivir de manera presencial la fiesta mariana debido a la Pandemia por Covid-19.
Es una tracidión que todos los peregrinos que acuden hasta el lugar beben el agua que mana del pozo. Los devotos aseguran que produce un gran bienestar espiritual y hasta puede curar males físicos. Sin embargo, este año quedó prohibido el accero al Tupãsy Ykua.
Los comerciantes, que se encuentran en los alrededores, fueron los más afectados, pues aprovechaban esta temporada para vender botellas y bidones para que los peregrinos puedan llevar a sus casas el agua de la Virgen Milagros.