Este miércoles, varias ciudades del territorio paraguayo sintieron una mínima actividad sísmica, que luego fue confirmada por el Laboratorio Sismológico de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
“El 28 de febrero de 1989 fue el máximo sismo que se dio”, contó en Radio UNO 650 AM, Moisés Gadea, técnico del laboratorio sísmico. “Son ondas que se desplazan por medios mecánicos, por la corteza y por eso la tierra vibra”, agregó.
Continuó explicando que el último temblor importante, al menos en lo que va de los 2000, ocurrió en San Patricio, Misiones en el año 2020. “Eso fue relativamente importante, pero de menor magnitud a este evento”, indicó.
Acotó un detalle no menor y es que los animales suelen tener mayor sensibilidad ante fenómenos del suelo. “Ante el advenimiento, sube una cantidad de peces a la superficie. También los perros y gatos sienten, ellos perciben, nosotros no”, afirmó.
En ese sentido aclaró que cuando la magnitud llega a los 6 o 7 puntos de la escala de Richter, son pocas las vidas que se pueden salvar. “Solo se pueden salvar algunas vidas cuando ocurre esto. Es cuestión de segundos. Podemos saber en qué punto ocurrirá, pero no el momento preciso para determinar”, refirió.
“Uno de los desafíos de la sismología actual es resolver este dilema, tiene un comportamiento en función al tiempo. Ni los conocedores del tema lograron alcanzar el objetivo”, agregó.