El viceministro de Política Criminal, Rubén Maciel, explicó que el penal funcionará como un gran albergue, y se realizará de forma diaria un control sanitario de las personas privadas de libertad y, en caso de que un recluso necesite de una asistencia médica más compleja o internación, será derivado al Hospital de Barrio Obrero, Ineram, u Hospital Nacional de Itauguá.
Refirió que la decisión se dio debido al gran número de casos positivos registrados, pues se realizaron 360 tests de detección de la Covid-19 dentro del centro penitenciario, y 256 dieron positivo, por lo que consideran que el contagio dentro del penal es inevitable y aguardan solo la recuperación.
Maciel señaló que la gran mayoría de los afectados presentan síntomas leves y están siendo tratados para sobrellevarlos. Ante esta situación, las visitas en la penitenciaría continúan suspendidas, lo que genera reclamos por parte de los reclusos.
“No hacer las pruebas no fue ningún inconveniente. Su principal reclamo es el hecho de que mientras esté bajo un cierre epidemiológico la penitenciaría, no se van a poder recibir visitas sociales, solo ingresa personal de salud y agentes penitenciarios” indicó el viceministro.
Hasta la fecha, hay un recluso fallecido por Covid-19 en el penal de Tacumbú, y aún existen otras dos muertes que están pendientes de resultados para determinar si fue causada por la Covid-19 o no.
En cuanto a los agentes penitenciarios, 136 dieron positivo y casi la mayoría se encuentra recuperada, por lo que son considerados inmunes. Igualmente, se disponen de albergues para que estos trabajadores se aíslen y no contagien en sus comunidades.
En la tarde de ayer el Ministerio de Justicia informaba que dentro del sistema penitenciario nacional hay unos 278 casos de Covid-19, de los cuales el 91% se concentra en Tacumbú, cuyo brote inició a comienzos del pasado mes de julio.
