El presidente de la República, Santiago Peña, encabezó el acto oficial de promulgación de la Ley que establece el Régimen Nacional de Integridad, Transparencia y Prevención de la Corrupción.
Con dicha ley se elimina la Secretaría Nacional Anticorrupción y traspasa sus atribuciones a la Contraloría General de la República, con lo que se refuerzan las atribuciones y el control, para potenciar y encarar la lucha contra la corrupción.
El mandatario resaltó que la lucha contra la corrupción va más allá de las banderas políticas, de las ideologías y las visiones.
Santiago Peña: “La Justicia y la lucha contra la corrupción van más allá de nuestras banderas políticas”. Foto: Presidencia.
“La verdad es daltónica a los colores, la justicia y la lucha contra la corrupción van más allá de nuestras banderas políticas, nuestras ideologías o visiones, son exigencias permanentes del bien común, por ello exigen nuestra permanente y activa vigilancia”, señaló el presidente.
Sostuvo que la justicia debe considerarse como algo fundamental para que un país pueda nutrirse de buenos ideales y caminar por los pasos del progreso.
“En el corazón mismo de la democracia late una verdad que es fundamental, la justicia no es un ideal abstracto, sino que es el líquido vital que sostiene y nutre y da vida al actuar de la comunidad política”, refirió Peña.
El mandatario aseguró que la injusticia y la corrupción son dos armas letales para hundir el progreso de una nación.
En la mañana de hoy, Santiago Peña promulgó la Ley que establece el Régimen Nacional de Integridad. Foto: Presidencia.
“No existe herida más profunda para una nación que la injusticia, ni veneno más corrosivo que la corrupción para el alma de un pueblo”, expresó el mandatario.
Por último, explicó que se cuentan con dos opciones para poder afrontar estos males y alegó que se puede apostar a la institucionalidad y a la sobreactuación.
“Existen dos posibles respuestas contra los males de la injusticia y la corrupción, la primera es esa reacción grandilocuente, el grito al cielo, la sobreactuación que busca de algún titular rimbombante”, recalcó Peña.
“La otra reacción es tomar el camino más difícil, el apostar la institucionalidad, a las reformas lentas y dolorosas, alcanzar el verdadero cambio cultural”, concluyó el mandatario.
