El pasado 8 de octubre, un pequeño de 12 años sufrió la picadura de un alacrán cuando se preparaba para ir a jugar fútbol con su papá.
El niño fue rápidamente socorrido y llevado hasta el hospital, donde le aplicaron un antiveneno, ya que los médicos confirmaron que el alacrán que le picó era venenoso.
Pese a que el medicamento tuvo un efecto relativamente rápido, el pequeño sufrió una recaída y desde entonces se encontraba luchando por su vida con un diagnóstico de edema cerebral por la toxina.
“Con el correr de las horas y por el agravamiento del cuadro, ingresó a terapia intensiva y, días después, ante los signos aparentes de falta de actividad eléctrica a nivel del sistema nervioso central, fue trasladado al Hospital General Pediátrico para la realización de pruebas, cuyos resultados finalmente certificaron la muerte cerebral del paciente, el día de hoy”, lamentan en el comunicado.
Este miércoles, tras varios días de estar en terapia intensiva y en un coma profundo, los resultados certificaron la muerte cerebral del pequeño y la familia tuvo el gesto solidario de decir “sí” a la donación de órganos.
“Pese a esta situación dolorosa, la familia tuvo el gran gesto solidario de decir que sí a la donación de órganos, convirtiendo este momento de tristeza en esperanza de vida para pacientes en lista de espera de trasplante”, destaca la cartera sanitaria.
#ATENCIÓN| El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, a través del Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, comunica cuanto sigue: pic.twitter.com/zUKKhXki5i
— Ministerio de Salud (@msaludpy) October 19, 2023