En el marco del Día Nacional de la Epilepsia, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social hace un llamado a la concienciación sobre esta enfermedad crónica que afecta a una parte significativa de la población. La epilepsia se caracteriza por episodios convulsivos y trastornos neurológicos, dejando una predisposición en el cerebro que puede desencadenar convulsiones recurrentes con repercusiones neurobiológicas, cognitivas y psicológicas.
Según las autoridades de salud, es fundamental destacar que las personas que padecen epilepsia pueden llevar una vida normal y libre de crisis, siempre y cuando cuenten con el tratamiento adecuado y utilicen los medicamentos prescritos. Si bien la enfermedad puede manifestarse en todas las edades, es más común en niños, adolescentes y adultos mayores, sin distinción de género ni raza.
El Ministerio de Salud enfatiza la importancia de mantener una rutina ordenada y constante, respetar las horas de sueño, evitar el consumo de sustancias tóxicas y tomar los medicamentos en el horario indicado. Asimismo, se recomienda a las personas epilépticas acudir regularmente a su neurólogo para evaluación y seguimiento continuo.
Recomendaciones ante un caso de epilepsia
La epilepsia puede tener diversas causas, incluyendo factores genéticos, antecedentes de traumatismos, lesiones cerebrales o infecciones. No obstante, es importante señalar que una vida plena y funcional es posible con el tratamiento adecuado y un entorno higiénico y de apoyo familiar y social.
El síntoma principal de la epilepsia es la convulsión, por lo que es vital actuar de manera adecuada en caso de presenciar una crisis. Se aconseja colocar a la persona de lado, no intentar abrir su boca ni introducir objetos, y solicitar asistencia médica de urgencia.
En cuanto a las causas de la epilepsia, se distinguen tres grupos: las epilepsias idiopáticas, de origen genético; las sintomáticas, asociadas a traumatismos cerebrales u otras condiciones; y las criptogénicas, cuya etiología no puede ser claramente identificada. En todos los casos, un diagnóstico temprano, un tratamiento adecuado y un entorno favorable son clave para mitigar el impacto de esta condición en la vida de las personas afectadas.