María Yarati, docente indígena de Presidente Hayes, recibió un reconocimiento por parte de Reduca, por su compromiso con su comunidad y con la educación, en un contexto difícil a causa de la pandemia del coronavirus.
Yarati es del pueblo Qom, vive en Cerrito, a unos 200 km de distancia de la comunidad Jerusalén, donde enseña. Luego del cierre de las escuelas a inicios de la pandemia, en marzo del 2020, la docente nativa buscó las formas para que los alumnos sigan sus procesos educativos.
La maestra de pueblos originarios asumió con mucha responsabilidad, creatividad, innovación, empatía y solidaridad su rol en la comunidad. Además de acompañar a los alumnos, brindó contención socioemocional a las familias, gesto que fue de mucha necesidad durante la crisis por Covid-19.
Como primera medida, Yarati formó grupos a través de WhatsApp a fin de gestionar las tareas; sin embargo, se encontró con la triste realidad de que solo el 5% de los padres contaba con esa aplicación.
Por tal motivo, tomó la decisión de pagar ella misma las fotocopias de las tareas y enviarlas por encomienda. A pesar de su gran esfuerzo, fue difícil para sus alumnos continuar con el aprendizaje, ya que muchos de los padres no sabían leer y apenas escribían.
Apenas se habilitó el transporte público, la docente María se trasladó a la comunidad para acompañar el proceso de aprendizaje de las familias. La misma destacó la involucración de los padres en el aprendizaje de sus hijos.
La nativa considera que no existe género para ningún oficio. Enseña con mucho amor y nobleza a sus alumnos para que terminen sus estudios y aporten en la sociedad desde lo que quieran ser. El gran deseo de Yarati es acabar con el alfabetismo.
En uno de los diálogos de Juntos por la Educación, expresa: “Como pueblos indígenas estamos uniendo esfuerzos, conocimientos, recursos para proyectar todo nuestro ser, pensar, sentir, contribuir a una educación desde nuestro pueblo para nuestro pueblo, enriqueciendo con los demás saberes. Necesitamos más espacio, recurso humano y financiero para que ningún niño indígena, campesino, rural y urbana, sea solo índice de deserción o marginalidad”.