¿Cómo cuidar el cabello y la piel en época de piscina?

Atendiendo a la época veraniega, muchas personas eligen la piscina para refrescarse y aplacar el intenso calor. Sin embargo, el agua clorada de la pileta puede causar daños a la piel y al cabello.

Ante esta situación, la Dra. Rosalba Riveros, especialista de la Cátedra y Servicio de Dermatología del Hospital de Clínicas, se refirió a los efectos que pueden tener los productos químicos utilizados en la piscina y brindó algunas recomendaciones para protegerte.

«El principal efecto de los químicos de las piscinas sería por el cloro, que puede provocar sequedad y que además el cabello se queda quebradizo. Estas reacciones están directamente relacionadas a la concentración de cloro que tenga el agua y al tiempo prolongado de exposición al agua y por supuesto también acompañado de la exposición solar«, sostuvo la profesional.

Igualmente, la Dra. Riveros manifestó que los químicos en las piletas no solo pueden dañar la piel y el cabello, sino también pueden ser espacio de contagio de infecciones, bacterias, hongos y otros, por tal motivo, se deben conocer bien las condiciones en la que esté la piscina antes de ingresar.

Asimismo, la especialista indicó que luego de salir de la piscina, es aconsejable bañarse y lavar bien el cabello con agua potable; además, usar productos hidratantes como cremas, mascarillas y aceites.

«Hoy en día hay varios productos en el mercado, pero debemos fijarnos que eso productos tengan protector UV porque también el pelo sufre daños con el sol, así también deben de usar sombreros, pañoletas para cuidarnos de la exposición solar», dijo.

Recomendaciones:

La Dra. Riveros afirmó que siempre que uno esté en un ambiente húmedo lógicamente puede estar expuesto a mayor riesgo de infección fúngica por la humedad. 

«Por eso hay que secarse bien entre los dedos, las zonas de pliegues, no compartir productos de higienes, toallas, ropas íntimas y, si tenemos alguna herida, cubrirla, ya que eso puede ser una puerta de entrada de infecciones ya sea desde la piscina, la arena, el río etc.», señaló.

Otras recomendaciones:

Moderar el tiempo de permanencia en el agua: sobre todo en niños, que no deben pasar más de 20 o 30 minutos seguidos en la piscina. Los menores deben descansar fuera del agua al menos 30 o 40 minutos antes de volver a nadar.

No mojarse los oídos en la ducha y nunca lavar con jabón o champú el conducto auditivo.

Ante otitis muy rebeldes, el médico puede recomendar el uso de tapones o soluciones que ayuden a restablecer el pH del conducto auditivo.

No usar hisopos para limpiar el oído, pues el cerumen es su protección natural; por otro lado, este hábito puede provocar lesiones en el conducto auditivo e incluso en el tímpano. Sólo se puede limpiar el pabellón auricular (la oreja).

Consultar con un especialista si hay picazón o dolor de oídos, especialmente si se ha expuesto a humedad excesiva o ha usado hisopos.

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