El contrabando, uno de los males que afecta al sector frutihortícola, preocupa enormemente a los productores de cebolla al saturar el mercado con productos ilegales. Los mismos expresaron su hartazgo contra la nula acción por parte del Gobierno para frenar a los contrabandistas.
El equipo del programa “La Caja Negra”, de Unicanal, llegó hasta el distrito de Colonia Independencia, departamento del Guairá, para interiorizarse de la difícil situación que atraviesan las familias productoras de cebolla, que sufren millones de pérdidas a causa de este flagelo y aseguraron que ya están pasando hambre.
Los productores están desesperados y exigen a las autoridades respuestas para combatirlo, ya que el ingreso ilegal de productos obliga a bajar los precios de la producción nacional, lo que repercute enormemente en las finanzas de los cultivadores.
Muchos productores lamentaron que ni siquiera pueden comercializar las bolsas de cebolla a un precio justo que, al menos, les permita cubrir los costos de producción.
Ante el panorama desalentador, los cultivadores exigen al Gobierno respuestas concretas para frenar el imperante contrabando o brindar medidas paliativas, como la posibilidad de un subsidio.
Cabe recordar que semanas atrás los productores de cebolla de Paraguarí, Caaguazú y Guairá cerraron la ruta de acceso a La Colmena-Acahay para exigir resultados al combate del contrabando.
En aquella ocasión, los trabajadores esparcieron sobre la calzada bolsas de sus productos, que llevaron mucho sacrificio, tiempo y dinero, y pasaron encima un tractor.
Entanto, la semana pasada los importadores y comerciantes de papa y cebolla cerraron medida calzada frente al Abasto para solicitar la autorización para importar esos productos.
Los cultivadores piden mayor presencia del ministro de Prevención y Combate al Contrabando, Emilio Fuster, quien reconoció que no están ganando la batalla contra el contrabando.
Según el titular de la cartera, resulta muy complicado contener el contrabando por múltiples factores como: la caída de la moneda de los países vecinos, el financiamiento de grandes empresarios y la corrupción en el sector público.