El ministro López explicó que los ejes principales del proyecto de reactivación son la reestructuración del Estado, las inversiones en obras públicas y viviendas, la contención del empleo, y el financiamiento a sectores productivos.
Anunció que se realizará una inversión de US$ 2.500 millones en el marco de este plan, que se utilizarán para financiar los diferentes proyectos que se proponen. Del total, unos US$ 400 millones requerirán un nuevo préstamo, y el resto ya está financiado de diversas fuentes.
Sobre las críticas por la falta de ejecución de los US$ 1.600 millones y la reutilización de estos recursos dentro del plan, Benigno López señaló que lo que resta de la Ley de Emergencia es dinero para Salud que no se anima a redireccionar, dada la coyuntura sanitaria.
“Yo no me animo a redistribuir los recursos de Salud, que son los que faltan ejecutarse. No sabemos qué va a pasar, el ministerio de Salud se va a seguir fortaleciendo, y probablemente algunos recursos de Salud estén redireccionados” expresó.
El plan de reactivación económica tendrá una vigencia de 18 meses y su impacto en el producto interno bruto (PIB) será de alrededor del 30%, que, según el secretario de Estado, es marginal y manejable.
“La deuda estaría alrededor del 30% del PIB, el aumento es marginal. Razón por la cual creemos que es importante hacer este desafío. La otra alternativa es hacer un plan sin recursos que sería un plan sin futuro”, manifestó.