Las autoridades recordaron que el Paraguay accedería a las vacunas entre mayo y junio del 2021, mediante el mecanismo Covax, para el 30% de la población del país. Sin embargo, a la par se encuentra negociando con varias farmacéuticas para conseguir las dosis en fechas más cercanas.
El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, explicó que la resolución firmada hoy permite que todas aquellas vacunas, que cuenten con registros sanitarios, puedan ser importadas y comercializadas por emergencia.
¿Cuáles son las vacunas autorizadas para uso de emergencia?
Actualmente son siete las que cuentan con dicha autorización:
– Cansino: Aprobada para uso de Emergencia en China.
– Sputnik V: Aprobada para uso de Emergencia en Rusia y Argentina.
– Vacuna a virus inactivado (Instituto de Wuhan China): Aprobada para uso de Emergencia en China.
– Vacuna a virus inactivado Sinopharm: Aprobada para uso de Emergencia en China y en India.
– Vacuna a virus inactivado (Sinovac): Aprobada para uso de emergencia China. En la primera semana de enero, Chile y Brasil realizarán el proceso de aprobación.
– Pfizer BioNtech: aprobada para uso de emergencia en Reino Unido, Canadá, FDA y UEM.
– Moderna: aprobada por FDA y UEM.
– AztraZeneca: será analizada por la FDA el 29 de diciembre.
¿Cómo se realizaría la vacunación?
Una vez que arriben las dosis al país, desde la cartera sanitaria sostienen que priorizarán a las personas más vulnerables y la inoculación se daría en tres etapas.
Cada una de las etapas tendría una duración aproximada de 4 a 6 semanas, sin embargo, recalcan que la duración de la campaña sería conforme a la disponibilidad.
– Etapa 1: Incluirá a trabajadores de blanco y adultos mayores de 60 años y más.
– Etapa 2: Se vacunará a personas de 16 a 59 años que padezcan de alguna enfermedad de base. Además, se priorizará a docentes de nivel inicial y primaria, trabajadores que desempeñen servicios esenciales y la población indígena.
– Etapa 3: Figuran trabajadores de aeropuertos, o puntos de entrada al país, personal militar, bomberos, policías y personas privadas de libertad.
El objetivo es inmunizar al 80% de la población de riesgo. El Dr. Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud, sostuvo que el espíritu es mitigar a los que tienen mayor riesgo de fallecer o desarrollar la forma grave de la enfermedad. No obstante, subrayó que en los primeros meses de la campaña, no se reducirá el ritmo de contagio en la comunidad.
Por su parte, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, manifestó que las vacunas no son de aplicación obligatoria, pero instó a las personas a que se inmunicen. “Existe una serie de enfermedades catastróficas e incluso mucho peores el Covid-19, que fueron erradicadas del mundo a través de las vacunas”, recalcó y agregó que establecida una inmunidad en la población, se podrá retomar más rápido las actividades.
Mencionó que la estrategia sería diferenciada. Podría ser in situ, en el caso de los trabajadores de la salud; por demanda en los vacunatorios; por concentración para la población cautiva, por agendamiento a los usuarios encamados y casa por casa, en las zonas carenciadas de difícil acceso a los servicios de salud o a las personas con discapacidad motora.
Con respecto a la posibilidad de que el sector privado acceda más rápidamente a las vacunas antes que el Gobierno Nacional, manifestó que pese a las diferencias de criterios entre ambos sectores, no lo ven como una competencia, sino más bien como una intención de lograr un objetivo en común e incluso la oportunidad de una alianza público privada.
