Tras un trasplante renal realizado en el Hospital de Clínicas, una paciente de 25 años volvió a su casa, luego de recibir el órgano de un donante cadavérico de 40 años. La joven dijo que, al fin, tras tres años, deja de depender de una máquina de diálisis a la que debía conectarse tres días a la semana en sesiones de cuatro horas cada vez. “Vivía conectada a una máquina por lo que no podía trabajar, porque son 12 horas semanales, tres sesiones de cuatro horas”, contó la mujer.
Actualmente, su objetivo es recuperarse plenamente y a la par, realizar su tesis para recibir su licenciatura en Administración de Empresas y buscar un empleo. Afirmó que cuenta con un ángel principal que es su donante y varios otros que conforman el equipo de trasplante de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA.
Agradeció infinitamente a la familia de la persona fallecida que le donó su riñón, porque comprendieron que donar es regalar vida, a pesar del dolor por la pérdida de su ser querido.
En tanto, el jefe del Departamento de Trasplante, Prof. Dr. Agustín Saldívar, dijo que en Paraguay se registran al año 400 a 500 personas diagnosticadas con una enfermedad renal terminal que necesitan de un nuevo órgano para poder mejorar su calidad de vida.
Recordó que mediante este gesto suman dos los trasplantes realizados con donante cadavérico este mes, y en total son 145 trasplantes desde la reactivación del programa en noviembre de 2014.
La paciente trasplantada obtuvo su alta en condiciones óptimas y a partir de ahora, sus controles serán semanales y luego, según su estabilidad y de acuerdo a lo que vaya requiriendo.