Esta crisis la padecen desde septiembre del año pasado, cuando se registró una etapa de estiaje muy pronunciada, que se extendió hasta enero y luego de algunos repuntes en febrero, la situación volvió a complicarse con bajantes al norte de Asunción de unos 2 metros por debajo de lo normal, expresó Juan Carlos Muñoz, miembro del Centro de Armadores Fluviales del Paraguay.
Muñoz explicó que esto afecta los tiempos de tránsito con eventuales sobrecostos para la importación y exportación de diversos rubros, como combustible y productos agrícolas, por ejemplo. Indicó que esperan paliar en algo la afectación, con el llamado a licitación que realizará el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para el dragado sobre el río Paraguay, de unos tres millones de metros cúbicos.
En el río Paraná, las condiciones son similares y por tal motivo pidieron a la Itaipú Binacional una ventana de agua para poder operar, además de los trabajos de dragado que se realizan desde enero de este año, “esto ha servido muchísimo para poder tener canales navegables bajo represa”, refirió.
Las perspectivas indican que esta condición hidrológica se extenderá hasta octubre, pero la incertidumbre persiste pues los niveles de precipitaciones puede que no sean los esperados.
“El dragado es más que importante. Sin embargo, hay que decir que no es la solución definitiva, porque obviamente al no tener los volúmenes de descarga pluviométrica adecuada, se corrigen en los canales algunas situaciones puntuales, pero no solucionan todo el volumen de agua que uno necesita”, aseveró.
