En Loma Plata, ciudad del departamento de Boquerón, unas 1.500 personas de las aldeas Betania, Tiberia, Samaria y Cesárea, de la comunidad de Yalve Sanga, celebraron la llegada del servicio de agua potable, por primera vez en la historia, para los territorios nativos asentados en el centro de la Región Occidental.
Son 87 las comunidades indígenas que dispondrán de agua potable, a través del Proyecto Acueducto y el Programa de Saneamiento y Agua Potable para el Chaco y Ciudades Intermedias de la Región Oriental del Paraguay, impulsados por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
El acceso al agua potable, a través de canillas ubicadas en cada una de las viviendas, representa para las mujeres indígenas de esta y otras comunidades la posibilidad de dejar atrás, definitivamente, la pesada carga de recolectarla.
Esta irrenunciable tarea se ha traducido, desde siempre, en largas caminatas bajo el implacable sol del Chaco para obtenerla de tajamares y aljibes, generalmente en condiciones no aptas para el consumo humano.
En la aldea Samaria la alegría fue tal, que los niños y toda la población celebraron con júbilo este acontecimiento histórico que marca el inicio de una nueva etapa en sus vidas.
La habilitación del sistema se dio en el marco de una visita técnica de la representante en Paraguay del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Edna Armendáriz, y especialistas del organismo.