Mujeres del Gran Chaco Americano son protagonistas del desarrollo sustentable

Mar 13, 2022

El proyecto “Por nuestro Gran Chaco Sustentable”, que se implementa en el Chaco Argentino, el Chaco Paraguayo y el Chaco Boliviano, tiene como principales aliadas a valiosas mujeres que buscan mejoras productivas sin dañar su medioambiente de la región que se caracteriza por un clima extremadamente seco. 

Blanca Vaccari, de la Asociación de Apicultores Eireté Pantanal, en la población de Fuerte Olimpo del Chaco Paraguayo
Blanca Vaccari, de la Asociación de Apicultores Eireté Pantanal, en la población de Fuerte Olimpo del Chaco Paraguayo. Foto: Gentileza

A través de la iniciativa, las mujeres de las comunidades chaqueñas apuntalan la mejora de las capacidades productivas, técnicas y mecanismos locales a fin de reducir el impacto medioambiental y lograr un desarrollo territorial sostenible.

Blanca Vaccari, de la Asociación de Apicultores Eireté Pantanal, en la población de Fuerte Olimpo del Chaco Paraguayo, expresó que “uno no necesita dañar la naturaleza para producir y comer, por eso para nosotros la apicultura es muy importante porque es uno de los rubros que se puede desarrollar sin dañar el medioambiente”. 

La misma mencionó que la organización pudo contar con un respaldo del proyecto, que permitió que cada apicultor empiece con una caja y, de acuerdo con su esfuerzo y crecimiento, pueda llegar a tener cinco, diez, veinte, cincuenta y hasta 100 cajas de producción de miel agroecológica, pues su región es libre de agrotóxicos.

De acuerdo a los datos, el Gran Chaco Americano es el segundo ecosistema más grande de Sudamérica, después del Amazonas, con un territorio de más de un millón de km2 donde coexisten 7 millones de personas, 30 etnias, 29 lenguas, 53 sistemas ecológicos diferentes y 4000 variedades de plantas.

El proyecto “Por nuestro Gran Chaco Sustentable”, que se implementa en el Chaco Argentino, el Chaco Paraguayo y el Chaco Boliviano
El proyecto “Por nuestro Gran Chaco Sustentable” se implementa en el Chaco Argentino, el Chaco Paraguayo y el Chaco Boliviano. Foto: Gentileza

A pesar de los muchos esfuerzos, es una de las zonas del continente más afectadas por el cambio climático, la deforestación (13 mm de ha deforestadas en los últimos 20 años), la pobreza, la falta de políticas públicas y económicas que reconozcan su diversidad, potencial y ubicación geográfica estratégica.

Por su parte, la primera capitana de la comunidad boliviana “Ñaurenda”, Lucía Garay, señaló que “antes no podíamos sembrar porque no conocíamos cómo hay que hacer, cómo hay que mantener la tierra, hemos aprendido a cuidar el medio ambiente de cómo no botar basura y cuidar el río”.

“Me han enseñado el manejo del monte. Ahora planificamos qué hacer con el territorio. Una parte designamos para aprovechar y otra para cuidar el monte”, añadió la mujer. 

Desde el proyecto señalaron que a mediados de febrero, en las ciudades de Santa Cruz, Bolivia; Asunción, Paraguay, y Tucumán, Argentina, se realizaron encuentros denominados “Diálogos para la Gobernanza y Gestión Territorial del Gran Chaco Americano”.

Durante los eventos, se presentó el Mecanismo de Sustentabilidad, un instrumento que promueve “acuerdos entre actores”
Durante los eventos, se presentó el Mecanismo de Sustentabilidad, un instrumento que promueve “acuerdos entre actores”. Foto: Gentileza

Durante los eventos, se presentó el Mecanismo de Sustentabilidad, un instrumento que promueve “acuerdos entre actores” basados en “información adecuada y pertinente” y utiliza y comparte información sobre experiencias, buenas prácticas e instrumentos para alcanzar acuerdos.

En tanto, la representante del Chaco argentino, María Romero, de la comunidad Wichi, valoriza la transmisión de experiencias que recibieron de Bolivia para implementar huertos familiares y producir alimentos. “Hemos aprendido nuevas técnicas y ahora las usamos por el bien de nuestras comunidades, garantizando su alimentación”, aseveró.

Las acciones que se realizan en todo el Gran Chaco Americano buscan mejorar las capacidades productivas de los pobladores y los productores, en el marco de las estrategias de conservación de las funciones ambientales, enfrentando los desafíos que surgen de los efectos del cambio climático. 

Para lograr este fin, ponen atención particular en valorizar y difundir conocimientos locales y las buenas prácticas. En general, se promueve el desarrollo de estrategias de resilencia de la población del Chaco.

Todo este trabajo se llevó adelante con el apoyo de la Unión Europea en Bolivia, ICCO Cooperación, CERDET, Fundación de la Cordillera, COOPI, Tierraviva y Fundapaz, en coordinación con la ZICOSUR (Zona Integración Centro Oeste de América del Sur).

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