Sencilla y decidida, con estas palabras describen a la suboficial ayudante Gyna Pérez, perteneciente a la comunidad indígena Chamacoco que se convirtió en la primera agente Lince proveniente de un pueblo originario.
La joven de 20 años contó el gran desafío que representó postularse para formar parte del Grupo Lince, de la Policía Nacional. «Primero pensé que me iban a discriminar por mi origen, pero no fue así”, expresó.
“Desde el primer día el trato fue totalmente igualitario, sin distinción alguna y eso hizo que me sintiera más en confianza», complementó la flamante agente motorizada.
En otra línea, indicó que le costó bastante el desarrollo del curso, pero afirmó que con mucho sacrificio valió la pena. «Fue una preparación dura, un entrenamiento exigente», aseveró Pérez.
Igualmente, manifestó que se siente totalmente preparada física, emocional y mentalmente para salir a la calle a combatir la delincuencia, que día a día golpea a gran cantidad de ciudadanos.
Por último, la agente nativa reconoció la importancia de la espiritualidad para alcanzar los objetivos. «Por sobre todo, nunca debemos olvidarnos de Dios, porque a través suyo podemos alcanzar nuestras metas. Con Dios en nuestro corazón y en nuestras acciones nada es imposible», sentenció.