El Tribunal de Sentencia, presidido por el juez Manuel Aguirre, condenó a 16 años de pena privativa de libertad al médico cirujano Miguel Ángel Cavallo, por el homicidio doloso de la joven Maylén Romero, ocurrido el 30 de diciembre del 2020.
Miguel Ángel Cavallo, condenado a 16 años de cárcel. Foto: Archivo- Gentileza
Asimismo, se ordenó la prohibición del ejercicio de la medicina por un periodo de 10 años. El Ministerio Público había solicitado la pena de 20 años, pero el Tribunal consideró la condena justa.
Antecedentes del caso
El 30 de diciembre del 2020, alrededor de las 16:20, Maylén Romero, junto con su novio Fernando López, habría concurrido a un sanatorio privado para realizarse una cirugía de implante mamario (mamoplastía), previa consulta médica con el Dr. Cavallo.
Tres días antes de la intervención, el médico habría llamado al sanatorio para solicitar la reserva de una sala de quirófano, con el fin de realizar una cirugía ambulatorio de párpados, sin internación.
Esto fue lo anotado en la agenda del sanatorio por parte del licenciado en enfermería Dionisio Vera. Este agendamiento de cirugía, que en realidad fue de implantes de mamas, correspondería a la víctima fatal.
Maylén Romero murió durante una cirugía de implantes mamarios. Foto: Archivo
Durante el procedimiento, el licenciado Vera se había percatado de que no se trataba de una cirugía de párpados y reclamó al profesional, ya que los elementos preparados no eran los correspondientes.
Sin embargo, el Dr. Cavallo de todas las formas continuó con la preparación de la anestesia a ser aplicada a la mujer, utilizando tres frascos de lidocaína. Cabe señalar que para esta cirugía no había un anestesiólogo.
Seguidamente, la joven Maylén convulsionó tres veces por varios minutos, pero aun así el médico continuó con la operación, por lo que el enfermero acudió a un médico de guardia, quien trató de reanimarla, pero sin éxito.
La junta médica determinó que el mecanismo de la muerte de la joven fue la parada cardiorrespiratoria inducida por sobredosis de medicación anestésica local con vasoconstrictor, combinada con efecto depresor de medicación sedante.
Además, hubo falta de monitoreo de los efectos adversos que aparecieron debido a la sobredosis, omisión de procedimientos normales al presentarse complicaciones y falta de acompañamiento necesario durante el traslado en condiciones críticas.
Cabe mencionar que el Dr. Cavallo cuenta con varios antecedentes por mala praxis en el ejercicio de la profesión.
