Se trata de una flexibilización aplicada a los estudiantes del sistema educativo público en la Educación Escolar Básica (EEB), que abarca del primer al noveno grado, y la Educación Media, del primer al tercer curso de bachilleratos técnicos y científicos.
El principal punto acordado fue el de disminuir los porcentajes mínimos exigidos para la aprobación de las materias. Para la EEB, bajará del 70 al 60% y en la Educación Media bajará del 80 al 70%. Esta medida será aplicada desde la segunda etapa.
También, se acordó utilizar un sistema de evaluación cualitativo, en el que las calificaciones serán dadas como Logrado (L) y No Logrado (NL) en esta primera etapa, y a partir de la segunda se volverá al sistema cuantitativo, puntuando del 1 al 5.
Cabe aclarar que el sector privado podrá evaluar, de todas formas, con el sistema cuantitativo en esta primera etapa.
El viceministro de Educación, Robert Cano, en contacto con El Noticiero Trece, explicó que fueron decisiones consensuadas luego de cinco reuniones con representantes de la comunidad educativa.
“Hemos debatido a lo largo de cinco sesiones de Aty Guasú el tema de la evaluación y llegamos a un acuerdo, atendiendo la realidad que cada sector había expresado. Consideramos que las condiciones en las cuales se están desarrollando las clases virtuales implican adaptaciones y ajustes a nivel de familias. Lo que nos llevó a tomar esta decisión unánime respecto a las evaluaciones”.
También, se resolvió que durante las vacaciones de invierno no se darán tareas, y se utilizarán los días para que la comunidad educativa “recupere energías”.
Al respecto, Cano señaló que los docentes, padres y estudiantes, se encuentran “tremendamente sobre exigidos” ante la situación de la pandemia, por la cual fue concedida esta medida “de forma extraordinaria para que nos oxigenemos todos”, concluyó.