Pedro, una persona privada de su libertad de 37 años, lleva forjando desde hace mucho tiempo una historia de superación personal y reinserción social con el oficio de herrero, desde la Penitenciaría Regional de Villarrica.
Gracias a cursos brindados por el Estado, Pedro emprendió en esta profesión y ya lleva un total de 12 años en la herrería. Además, también aprovechó otras capacitaciones, completando el secundario bajo el programa del Ministerio de Educación y Cultura, también realizó un curso de panadería, artesanía y electricidad domiciliaria, con el sistema Nacional de Promoción Profesional (SNPP).
Desde hace cuatro años trabaja en un taller acondicionado dentro del penal; cuenta con una soldadora, un taladro, pulidoras y tenazas elementales.
“La gente tiene mal concepto de la cárcel. Tiene que servir para pisar tierra y el resto depende de cada uno. Yo casi no sentí el tiempo porque me puse a estudiar y a trabajar. Con dos talleres herreros y la cantina, ayudo a mantener dos familias, la de mis papás, y la que tengo con mi novia Maribel”, expresó Pedro.
Fuente: Agencia IP.