“Yo estoy en este tema porque a mi Iván Ocampo en su momento me había llamado para ver si yo tenía algún contacto, algún conocido, amigo que trabajase en migraciones o identificaciones”, así iniciaba el relato de Sebastián Medina, uno de los imputados por el Caso Ronaldinho, en comunicación con A Fondo Unicanal.
Medina cuenta que tenía conocimiento de que el padre de un amigo suyo trabajaba en la Dirección de Migraciones, por lo que contactó con el mismo. “Quiero aclararte, yo no soy gestor (…) solamente fue porque Iván me pidió, que es un amigo mío. Y yo le llamé a otro amigo mío” dijo, haciendo referencia a Wilson Arellano, cuyo padre trabajaba en Migraciones, a quien contactó a modo de favor.
Según Medina, Arellano aseguró que se dedicaban a ese tipo de trámites, y de esa forma gestionaron un primer documento a nombre de la señora Paula Oliveira.
“Nos citó Wilson, el hijo de Arellano, que es funcionario de Migraciones (…) y me dijo en pocas palabras dejá a mi cargo. Me llama un día y me dice nos encontramos en Identificaciones, yo le hice saber por Iván a la señora (Paula Oliveira). Se hizo todos los documentos, ya sea huella dactilar y foto, y le pregunto a Wilson qué hago con la contraseña y me dijo entregame a mí yo te aviso” declaró.
Pasado el tiempo, Medina recibe otra llamada de Iván Ocampo, “me dice podes llamarle otra vez a tu gente a preguntarle si podemos gestionar, porque la señora quiere documentos para Ronaldinho, su hermano, y otro señor brasilero, me dijo”, y explicó que, en ese caso, el señor brasilero se trataba del esposo de Paula Oliveira, la primera persona que recibió documentos a través de su gestión.
Medina accedió al pedido y se encontró con Wilson Arellano a quien comentó que el exjugador Ronaldinho era el interesado en obtener documentos legales paraguayos, a lo que Arellano respondió que saldría mucho más caro. Medina enfatizó que, al momento de hacer el pedido, exigió que se realizara de forma legal.
“El monto es de US$ 18.000” dijo Arellano a Medina, quien pasó el presupuesto al interesado, Iván Ocampo. “En todo momento ellos me ratificaron que nosotros solo teníamos que enviarle fotos por WhatsApp de los documentos de Ronaldinho, el resto, él se encargaba”, recalcó.
De esta manera, inició el trabajo para obtener los documentos, y en un momento, Arellano llamó a Medina y le dijo que había que hacer una entrega de casi Gs. 90 millones al Banco Nacional de Fomento como garantía a Migraciones para que se mantenga todo en el marco legal. Medina comunicó este hecho a Iván Ocampo, y se realizó el pago.
Más tarde, en el mes de enero, Arellano comentó a Medina que había trabas en la tramitación del documento de radicación, debido a que el director de Migraciones en ese momento había renunciado. Pero, de igual manera ya estaban listas las cédulas y pasaportes.
Medina explicó que el trabajo estaba incompleto, que solo habían entregado dos de los tres documentos que habían solicitado, y como compensación le devolvieron una parte de los US$ 18 mil que habían entregado. Todo esto sucedió en la misma semana de la llegada de Ronaldinho al país.
Finalmente, Medina hizo averiguaciones en el Ministerio del Interior, y fue allí donde se constató que los documentos eran de contenido falso y que se trataba de una estafa.
En todo momento, Medina insistió en que las gestiones que él llevó a cabo, fueron dentro del marco legal.