Matías Alexander tenía tan solo 7 meses, sin embargo, sus ganas de luchar eran cada vez grandes. El pasado 25 de septiembre se le detectó una Atrofia Muscular Espinal tipo 1 (AME), enfermedad genética que lo llevó a permanecer internado en terapia intensiva del Instituto de Previsión Social (IPS), conectado a las máquinas, debido a que no podía respirar por sí solo.
Su padre, Matías Romero, recientemente había denunciado discriminación por parte del Ministerio de Salud y del Gobierno, pues la cartera había dispuesto la compra de medicamentos, únicamente para dos niñas que sufren del mismo mal, excluyendo al pequeño. Esto, pese a que Matías Alexander no había recibido aún ninguna dosis del costoso medicamento y el Gobierno conocía de su caso.
Actualmente en el país existen unos 27 pacientes que sufren de esta enfermedad degenerativa, según datos del Ministerio de Salud.
Una vez más, un pequeño muere a la espera de que las autoridades tomen conciencia de las necesidades del pueblo y asignen los recursos del Estado a áreas con deficiencias, como la salud pública.