Trabajo intramuros: reo que fabrica muebles de fibra consiguió empleo

Gilberto, de 37 años, es un artista en mobiliarios de fibra sintética que aprendió el oficio estando privado de libertad en la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero.

Gilberto fabrica muebles de fibra y consiguió empleo
Gilberto fabrica muebles de fibra y consiguió empleo. Foto: MJ

Gracias a su dedicación e ingenio, el hombre ya trabaja para una importante línea de productos. Gilberto comenzó con la iniciativa hace tres meses por medio del programa de reinserción de la Dirección General de Bienestar y Reinserción Social del Ministerio de Justicia.

La propuesta incluye butacas, pufs, planteras y camitas para mascotas, que requieren de su talento manual para trenzar cuerdas de fibra sintética laqueadas sobre una estructura de metal liviana que permite dar forma a los objetos.

La propuesta incluye butacas, pufs, planteras y camitas para mascotas,
La propuesta incluye butacas, pufs, planteras y camitas para mascotas. Foto: MJ

Gilberto expresó su felicidad al iniciar su camino hacia la reinserción. “La empresa me dio la total confianza, envió un instructor al penal para enseñarme a trabajar las piezas en fibras, me otorgó un empleo y lleva mis productos a exhibirse en un showroom donde el público compra”, manifestó.

A su vez, el hombre de 37 años enseña a otros tres compañeros del penal a trabajar en la realización de estos muebles para dar respuesta a los pedidos.

Los productos, que forman parte de la plataforma “Latente”, se han posicionado en el mercado por su ligereza, resistencia y alta durabilidad, al igual que los precios convenientes. 

Los productos, que forman parte de la plataforma “Latente”
Los productos, que forman parte de la plataforma “Latente”. Foto: MJ

Parte de las ganancias se destinan a las personas privadas de libertad (PPL) para cubrir sus gastos propios y los de sus familias.

Correcto y disciplinado en todo, Gilberto no descuidó sus estudios en la penitenciaría. Tomó cursos de elaboración de productos de limpieza, costura, forrado de termos y hasta chapería y pintura que le dio provecho para fabricar junto a otros, la cápsula de transporte de pacientes con Covid-19. 

“Intento mejorar mi vida en lo económico, familiar, espiritual, conyugal y en seleccionar mis amistades. La condena no debe ser un tiempo perdido”, indicó el interno, que lleva recluido cuatro años y siete meses de los ocho años que le fueron impuestos.

“Estoy muy arrepentido, yo me equivoqué, pero estoy poniendo todo de mí para cambiar. Aquí, en el penal, me apoyan mucho; hasta tengo un trabajo con una empresa y sueño ponerme una similar al salir. Además, afuera me esperan mi esposa y mis seis hijos”, dijo esperanzado Gilberto.

Las planteras hechas por Gilberto
Las planteras hechas por Gilberto. Foto: MJ

 

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