Hace una semana, la Federación de Camioneros del Paraguay se encuentra desarrollando una paralización que comenzó a generar desabastecimiento en diversos puntos del territorio nacional.
Una de las consecuencias que ya se sienten debido a la medida de fuerza, que sucede a la vista y paciencia del Gobierno, es el desabastecimiento de combustible debido a que los camiones cisterna son retenidos por los manifestantes.
Al respecto, Miguel Corrales, presidente de La Asociación de Propietarios y Operarios de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa), expresó que “desde el gremio hace unos días pusimos la voz de alarma porque estábamos teniendo quiebre de stock en varias estaciones de servicios, pero hoy ya hay locales cerrados por falta de combustible”.
Asimismo, lamentó que los manifestantes impidan el libre tránsito, reteniendo a los trabajadores que transportan productos esenciales. “Hay camiones que estuvieron casi una semana en los piquetes sin poder pasar; la situación está muy complicada”, aseguró.
Corrales manifestó que el día de ayer tuvo la oportunidad de conversar con los camioneros manifestantes para llegar a un acuerdo y liberar el tránsito. “Hablamos con Roberto Almirón, que nos dijo que hasta el martes no iban a liberar nada, pero conversando logramos que nos dé un ´permiso´ hasta las 17:00 de hoy”, agregó.
“Muchos camiones llegaron durante la liberación del tránsito, pero hay un proceso largo que deben cumplir los camiones y no nos da el tiempo. El lunes nuevamente vamos a tener problemas, porque los manifestantes ya afirmaron que no van a abrir las rutas”, sostuvo Corrales, quien indicó que esto afecta principalmente al interior del país.
Por último, manifestó que la situación no da para presionar, ya que existen amenazas en las zonas de protestas. “No tenemos acercamiento del Estado y no sabemos cómo se va a destrabar esta situación comercial”, sentenció.