Ante la llegada de la época veraniega, es importante conocer las ventajas y desventajas de la exposición a los rayos del sol para la piel.
Los tres tipos de cáncer más frecuentes son: epitelioma vaso-celular, el espino-celular y el melanoma. Los dos primeros están ligados a la exposición solar de toda la vida, por ello, es fundamental cuidar la exposición solar desde la niñez; mientras que el melanoma puede aparecer como algo nuevo en la piel o como una transformación de lunares.
Es importante que la persona realice un control periódico de manchas y lunares, que permita una detección precoz de posibles lesiones precursoras de cáncer de piel, y visitar regularmente al médico, especialmente aquellos pacientes que tengan la piel clara, que cuentan con antecedentes de cáncer de piel en la familia, que trabajan en la agricultura, la albañilería o en otras tareas bajo el sol, quienes poseen lunares de nacimiento o han ido apareciendo en el transcurso de la vida lunares que presentan cambios a primera vista.
El Ministerio de Salud recuerda que uno de los peligros a los que se enfrentan las personas bajo el sol, es el cáncer. Por este motivo, la cartera emitió una serie de informaciones y recomendaciones para evitar este mal.
Para realizar una revisión personal y observación de manchas y lunares debe:
-Observar la asimetría: si el lunar presenta cambios físicos asimétricos; esto puede ser evaluado partiendo imaginariamente el lunar en dos o cuatro partes y comparando si ambas partes son iguales o diferentes; si dichas partes difieren, estamos ante un lunar asimétrico.
-Atender los posibles bordes irregulares del lunar.
-Prestar atención a la “coloración”, que puede ser anormal ante la pigmentación habitual.
-Fijarse en el diámetro, pues debe ser considerado un signo de alarma que el lunar tenga más de 6 milímetros.
-Descubrir cualquiera de estos elementos durante la observación debe conducir a consultar con un dermatólogo.