La directora de Defensa Animal, Teresa Álvarez, contó que siguen difundiendo la campaña que lanzaron desde la entidad ‘No a la Pirotecnia’, con el fin de que la sociedad sea consciente de los daños que causan las bombas.
“Esos estruendos producen en ellos náuseas, vómitos, paro cardíaco, pánico. Tenemos que tener conciencia de no utilizar. Desde la dirección lanzamos la campaña porque causa daños”, dijo en contacto con Radio UNO 650 AM.
Incluso indicó que también causan mutilaciones en humanos y problemas drásticos en personas con trastorno del espectro autista. “Queremos generar conciencia. Una recomendación es que estén en la pieza, tranquilos, otra es, ponerle canales para que puedan tranquilizarlos”, aconsejó.
El oído de muchos animales es considerablemente más sensible que el humano, por lo que las explosiones de fuegos artificiales no solo les resultan más perturbadoras, sino que les pueden dañar más gravemente su capacidad auditiva.
Las detonaciones pueden emitir sonidos de hasta 190 decibelios (110 a 115 decibelios por encima del rango de 75 a 80 decibelios, donde comienza el daño para el oído humano). Por lo tanto, los petardos generan un nivel de ruido más alto que el de los disparos (140 decibelios), y que el de algunos aviones de reacción (100 decibelios).