Para evitar el contagio de enfermedades que se transmite por aire, es importante mejorar la calidad del mismo en los espacios cerrados. Esto se logra abriendo puertas y ventanas, según informó el Ministerio de Salud.
“La ventilación de ambientes cerrados es fundamental para reducir las probabilidades de contagio de enfermedades que pueden transmitirse por el aire a través de partículas respiratorias en forma de gotitas y aerosoles, como la influenza, el COVID-19 y otros virus respiratorios”, resalta la cartera sanitaria en su portal web.
De acuerdo a lo mencionado, es importante contar con una adecuada ventilación, pues contribuye en gran medida a reducir la concentración de esas partículas virales y hay menos probabilidades que sean inhaladas.
“Asegurar siempre la intercambiabilidad del aire en ambientes cerrados mediante la ventilación cruzada es primordial; esto se logra con la apertura de puertas y ventanas”, recalcan desde Salud.
No obstante, explican que la ventilación adecuada es solo una de las acciones preventivas para reducir el riesgo de transmisión de virus respiratorios.
También es crucial el lavado de las manos con frecuencia con agua y jabón, cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar con el pliegue interior del codo o con un pañuelo desechable y vacunarse contra las enfermedades de invierno de forma oportuna.
Para ventilar los espacios cerrados:
- Abrir las puertas y ventanas para aumentar el flujo de aire en el ambiente, siempre que sea posible y cuando las condiciones climáticas lo permitan.
- Si se registran condiciones climáticas de temperatura muy frías, se pueden abrir las ventanas unos minutos cada hora para ventilar. Una ventana apenas abierta, incluso puede incorporar aire beneficioso del exterior.
- Cuando se viaje en transporte público o en automóvil, abrir las ventanillas siempre que sea posible. Cuantas más se abran, mejor. Si se utiliza el aire acondicionado, seleccionar la opción de entrada de aire fresco del exterior.