Según antecedentes de la investigación, la menor había quedado a cargo de los abuelos porque su madre vive en Buenos Aires, Argentina por cuestiones laborales.
La tía de la víctima relató que uno de esos días la menor quedó sola con el abuelo, y al momento de llegar a la casa, la mujer encontró a su sobrina en una extraña situación, por lo que reclamó a su padre. Posteriormente, la victima confesó que el hombre la mantenía bajo amenazas para que no contara que abusaba sexualmente de ella de manera constante.
Tras una inspección médica, se confirmó el abuso sexual, revelando lesiones a consecuencia de ello. La agente fiscal a cargo del caso, Gloria Gamarra, realizó la recolección de pruebas tales como el relato de los testigos y la evaluación psicológica de niña, que fueron corroborados en el Juicio Oral y Público.
Finalmente, el Tribunal de Sentencia de la circunscripción judicial de Cordillera, integrado por las magistradas Cristel Muller de Peralta, Haidee Pereira y María Teresa Rodríguez, condenó al hombre a 12 años de cárcel por la comisión del hecho punible de abuso sexual en niños.