El intenso calor de nuestro país propicia a la deshidratación de los cuerpos, es por ello que la ingesta de frutas, verduras y agua saludable, es muy importante en esta época del año.
La deshidratación es un cuadro bastante frecuente en el verano debido a las altas temperaturas, ya que el organismo requiere una mayor cantidad de minerales, así como oxígeno para conservar la temperatura del cuerpo. El calor extremo de nuestro país, hace que la cantidad de agua perdida por el organismo, sobrepase la cantidad de consumo habitual.
Es importante tener en cuenta que la deshidratación en los niños puede ser muy grave, teniendo en cuenta que puede alterar la estructura cerebral temporalmente y puede derivar en dificultades a la hora de realizar tareas cognitivas sencillas. Por ello es importante proveer y organizarse con un termo o botella de agua fresca, facilitando el acceso al líquido vital tanto en el hogar como en los lugares de esparcimiento.
Es determinante enseñar a los niños y niñas que no deben esperar a sentir sed para hidratarse, ya que la sed es un signo o indicador de un principio de deshidratación.
Recomendaciones para evitar cuadros de deshidratación
- Proveer a los niños y niñas termitos o botellitas de agua, sobre todo si estará expuesto a altas temperaturas.
- Poner a la vista de todos, un bebedero o una fuente de agua para beber, sobre todo en lugares donde haya muchas personas.
- Una persona adulta debe beber en promedio 2 litros o más de agua y un/a niño/a 1.5 litros a lo largo de la jornada como mínimo, sobre todo con altas temperaturas.
- Es conveniente utilizar ropa ligera y holgada, preferentemente de color claro, y ducharse para bajar la temperatura corporal.
- Evitar exponerse al sol, tanto como sea posible, desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde.
- Cuando el niño o niña realiza actividad física debería aumentar el consumo de agua, antes, durante y después de realizarla.
- Evitar el consumo excesivo de bebidas gaseosas o jugos artificiales.
- Ingesta de agua recomendada en promedio.
- Para los adultos, se recomienda unos 2 a 2,5 litros por día; o lo que serían 6 a 8 vasos o más diarios.
- Por otra parte, para los niños se recomienda entre 1 a 1,5 litros por jornada, unos 5 a 6 vasos o más diarios.