El pasado 5 de noviembre del 2024, comenzó el juicio oral en el caso de la desaparición de la joven Dahiana Espinoza, quien fue vista por última vez el 8 de setiembre de 2020 en J. Augusto Saldívar.
Su expareja, Joel Guzmán Amarilla, es el principal sospechoso para la Fiscalía, que ya lo imputó por el hecho punible de feminicidio.
Prosiguiendo con el juicio, esta mañana la agente fiscal Daysi Sánchez y la mesa que conforma el Tribunal de Sentencia hicieron una constitución en el inquilinato de la joven, donde realizaron una inspección ocular en el último lugar donde fue vista la joven antes de su desaparición.
Sánchez aseguró que solamente realizaron una constitución a pedido del Tribunal de Sentencia donde nada más fueron a visualizar las cámaras del circuito cerrado. Agregó que el acusado decidió no bajar en la vivienda.
El juicio continuará mañana en la Fiscalía de Fernando de la Mora, que según lo manifestado por la agente fiscal, ya llegaría a su fin.
Para la Fiscalía existen elementos suficientes
Señaló que para la Fiscalía existen elementos suficientes como para presentar el caso frente a un Tribunal para que se puedan comprobar la veracidad de los hechos.
“Para la Fiscalía el hecho está probado, todo lo que hemos recabado hasta incluso antes de la desaparición de Dahiana, acciones que ella ha tomado como denunciar por violencia familiar, acciones que se dieron después de su desaparición, los indicios nos llevan a una sola dirección”, explicó la fiscal.
Además, recalcó que, a pesar de no ser encontrado el cuerpo de Dahiana, todos los indicios con que ellos cuentan son suficientes para que se constituyan frente al Tribunal.
“A pesar de que no hay cuerpo, creemos firmemente que los hechos punibles no deben quedarse impune, creemos que tenemos elementos suficientes que puede llevar a la verdad”, concluyó la fiscal.
Recordemos que el cuerpo de Dahiana nunca fue encontrado, solo se hallaron rastros de sangre en su vivienda, que luego dieron como resultado positivo a sangre de la joven.
A todos esos elementos se suman las contradicciones en las declaraciones de Amarilla y las imágenes del circuito cerrado que lo comprometen de sobre manera.