Este viernes, el monseñor Joaquín Robledo, obispo de San Lorenzo, presidió la misa por el segundo día del novenario a la Virgen de Caacupé, cuyo tema fue “La paz, la justicia y la comunión como signos de esperanza”.
En ese sentido, el monseñor llamó a trabajar por la paz social a través de la justicia. “Es necesario fortalecer la justicia, porque sin ella no hay paz”, expresó.
En su homilía, Robledo puntualizó que la paz es una necesidad permanente de la sociedad y afirmó que actualmente se enfrentan “grandes desafíos”.
Así también, trajo a colación preocupaciones sociales, como la violencia, el maltrato doméstico y las graves cifras de niños desaparecidos.
En ese sentido, mencionó que, según datos del informe de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia en Paraguay, en dos años un total de 2.621 menores han sido reportados como desaparecidos.
“La explotación de los más vulnerables, el abuso de poder, la corrupción que excluye a los más pobres y la indiferencia hacia las comunidades indígenas que viven en condiciones de extrema pobreza son heridas profundas en nuestra sociedad”, expresó el religioso.
El obispo aseveró que estas situaciones nos interpelan y nos impulsan a fomentar una cultura de cuidado, promoviendo la paz a través de la justicia, que es “una exigencia del reino de Dios”, insistió.
Finalmente, Robleto motivó a los feligreses a ser “signos de esperanza” y llamó a “poner la fe en la acción”. “Hemos visto signos de esperanza cuando nuestros hermanos laicos marcharon y defendieron la familia, la vida, la educación en valores contra las ideologías de muerte. Esto es promover la paz y la justicia en nuestro mundo”, concluyó.