En una entrevista exclusiva para el programa La Mañana de Unicanal, el Dr. Rubén Ramírez, canciller designado por Santiago Peña para integrar su Gabinete ejecutivo, habló sobre sus desafíos en la cartera y cómo los afrontará una vez que asuma oficialmente su cargo.
“Estamos con un desafío sustantivo a nivel internacional en nuestro país. El mundo está pasando por tensiones geopolíticas. Tenemos desafíos desde el punto de la estabilidad financiera, los efectos postcovid de nuestra economía impactan sobre la inflación, sobre la vulnerabilidad de los sectores más carenciados”, afirmó el futuro canciller.
Explicó que todas esas tensiones a nivel mundial tienen sus efectos en nuestro país, por lo que es importante el trabajo que debe realizar para que la generación de empleo, la educación y la seguridad sanitaria, temas claves de la política de Santiago Peña, no se vean afectados por dicha situación.
“De acuerdo con cifras de Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), la pobreza en América Latina es de 200 millones de habitantes. En nuestro país también ha impactado de manera importante y obviamente la generación de empleo, la educación y la seguridad sanitaria son temas claves para la política del presidente Santiago Peña”, expresó.
Formación diplomática, el principal desafío
El Dr. Ramírez destacó como uno de los principales desafíos, la profesionalización de la diplomacia paraguaya como piedra angular para la solidez de la política internacional del país y su vinculación con los demás países.
“El desafío hoy está en completar la profesionalización de la diplomacia paraguaya. Uno de los objetivos que perseguimos es incorporar jóvenes profesionales que se vayan formando y que permitan a Paraguay tener solidez en su política internacional y en la diplomacia”, recalcó.
Asimismo, habló sobre su regreso, después de 15 años, a la cartera de Relaciones Exteriores y lo que significa para él volver a contribuir en el país para perfeccionar dicho ámbito con un sistema de procesos establecidos y metas ambiciosas.
“Después de 15 años, volver a la casa que me albergó en el inicio de mi profesión como economista y como diplomático es justamente contribuir con el país a perfeccionar esto que te decía de la diplomacia, pero también a diseñar y estructurar un sistema de procesos bien establecidos con objetivos y metas ambiciosos con métricas para tener la medición de resultados y con la posibilidad de que podamos ir mejorando y perfeccionando en la construcción de lo que está bien hecho”, sentenció.