El vicepresidente de la República, Pedro Alliana, reveló que, durante la campaña electoral, la Embajada de los Estados Unidos ya manifestaba señales de una supuesta agenda de alternancia política, impulsada por el entonces embajador Marc Ostfield.
Alianza Abdo-Ostfield confirma persecución inmisericorde, según Alliana. Foto: captura
Alliana relató que, en una de las reuniones mantenidas con Santiago Peña en la sede diplomática, se les dijo que “no tengan miedo a la alternancia”, lo que interpretaron como una advertencia o una intención de influir en el rumbo político del país.
Según Alliana, esto dejaba entrever el deseo de un cambio en el poder, a pesar de que su movimiento buscaba ganar las elecciones democráticamente.
“Una de las veces que fuimos a la embajada ya nos venían avisando, en una de las veces en la embajada nos dijeron que no tengan miedo a la alternancia, que es normal dentro de un país, parecía una amenaza, o abriendo ya el paraguas contándonos lo que ellos querían que ocurra”, refirió.
El vicepresidente afirmó que la reciente filtración de documentos confidenciales enviados por Ostfield al Departamento de Estado norteamericano no hace más que confirmar las denuncias históricas del movimiento Honor Colorado.
“Esto no hace más que confirmar todas las denuncias que nosotros veníamos haciendo y lo venimos haciendo desde hace muchos años. Una persecución inmisericorde hacia el presidente hoy del partido, el expresidente de la República, Horacio Cartes, y al movimiento político Honor Colorado”, afirmó Alliana.
Además, denunció una colaboración entre el embajador estadounidense y sectores políticos adversos, especialmente el entorno del expresidente Mario Abdo Benítez, con el supuesto objetivo de debilitar al Partido Colorado mediante la instrumentalización de instituciones del Estado.
“Esto confirma las denuncias que veníamos haciendo, la utilización de las instituciones públicas de Mario Abdo Benítez con sus aliados del PDP, con Giuzzio, Arregui, Fuster y otros, para utilizar la estructura del Estado, utilizar el Estado para falsificar documentos y pasar los documentos a la embajada”, cuestionó.
Finalmente, Alliana cuestionó la coherencia del respaldo estadounidense a sectores que, aunque se proclaman defensores de la lucha contra el crimen organizado, tienen vínculos dudosos y antecedentes controvertidos.
