18 de diciembre: Día Nacional de la lucha contra la Fibrosis Quística

En la nota te contamos como podés identificar la fibrosis quística y los lugares en donde se tratan a los afectados.

Este 18 de diciembre se conmemora la lucha contra la Fibrosis Quística en Paraguay, una enfermedad que afecta a todos aquellos órganos que producen secreciones (pulmones, páncreas, hígado e intestino). Estas son muy espesas y dificultan funciones importantes, como la respiración, digestión y reproducción. La Fibrosis Quística se tiene desde el momento de la concepción, es decir, que se hereda una mutación de cada uno de los padres. Actualmente, se conocen más de 2.100 mutaciones.

Foto: Sildeshare a Sicrib Company

Cada tercer domingo de diciembre se recuerda en nuestro país el Día de la Lucha contra la Fibrosis Quística, con el objetivo de difundir toda la información disponible sobre esta enfermedad e impulsar la detección precoz de la misma, por medio de la pesquisa neonatal, que es realizada a través del Programa de Prevención de la Fibrosis Quística y del Retardo Mental, dependiente del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.

Este padecimiento no es contagioso, es decir, no puede ser transmitido de persona a persona, sino que, más bien, termina siendo una herencia genética o una anomalía en la composición de la estructura molecular de cada individuo.

Desde el año 2019, las personas afectadas por la fibrosis quística reciben su tratamiento multidisciplinario en la Unidad de Fibrosis Quística en el Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social; así como en la Unidad de Atención Integral del FQ del Instituto de Previsión Social (IPS).

Foto: www.slideshare.net

Para tener en cuenta:

Los síntomas en los recién nacidos se reflejan en el retraso de la expulsión del meconio (primeras heces), obstrucción intestinal y lenta recuperación del peso de nacimiento en los primeros días. Asimismo, en niños se puede llegar a divisar una curva del peso por debajo de lo normal (el niño come y no engorda porque digiere de manera inadecuada), dolores abdominales, heces fétidas y aceitosas, tos seca, repetitiva y agotadora, aparición de las primeras infecciones pulmonares y de sudor muy salado.

El diagnóstico se realiza mediante la observación de los síntomas y la alteración del resultado en el test del piecito. Su comprobación es realizada por medio de dicha prueba o test del sudor.

####