Durante la misa central en el día de la Virgen de los Milagros de Caacupé, la homilía estuvo presidida por el monseñor Ricardo Valenzuela, quien envió un emotivo mensaje a todo el pueblo paraguayo.
Misa central en el día de la Virgen de los Milagros de Caacupé. Foto: gentileza
Valenzuela instó a las personas a implementar en nuestro día a día el lema de la Iglesia católica “Denle ustedes mismos de comer” para construir una sociedad más justa, fomentando el bien común.
“Denles de comer significa que debemos ser solidarios ante las necesidades no satisfechas de otros y se espera que cada uno pueda contribuir a solventar esas necesidades“, expresó Valenzuela.
Instó a las autoridades a tener presente siempre el bien común para construir una sociedad más justa para todos, ayudando a los que más necesitan.
“Los gobernantes deben tener presente la realización permanente del bien común que constituye su tarea de cada día y objetivo principal. Y aquí la honestidad debe iluminar su actuar para que sea creíble junto con un profundo espíritu de servicio, especialmente de los más vulnerables“, puntualizó.
El monseñor sostuvo que es el momento de instalar en la sociedad paraguaya la virtud de ayudar a los que necesitan, ya que es la única forma en que podemos erradicar la pobreza y vivir en una sociedad armoniosa.
“Necesitamos más que nunca que esta virtud de dar se difunda entre nosotros, en toda la ciudadanía, y como los ejemplos son los que valen, empujan y construyen, más que las denuncias, los consejos, los sermones, los primeros que hemos de asumir y llevarlo a la práctica son y somos las autoridades nacionales y los miembros de la Iglesia“, añadió.
Para finalizar, Valenzuela recalcó la importancia de ser bondadosos con los que tienen menos que nosotros y aseguró que eso debe ser el inicio para construir el Paraguay que todos soñamos tener.
“Por eso nunca olvidemos esta sentencia: Dando, se recibe. Pongamos esta sentencia en la parte más visible de la casa, en las instituciones educativas, en el trabajo, en la empresa, en las oficinas públicas; puede ayudarnos a diario para animarnos ante las dificultades, a aumentar la fe y esperanza de mejores tiempos en nuestro querido Paraguay“, concluyó el monseñor.
